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#418 ¿Qué Significa “Morir por nuestros Pecados”?

March 13, 2015
P

Estimado Dr. Craig,

Nací en Turquía y simplemente seguí las tradiciones y me convertí en musulmán. Siempre he estado hambriento por conocimiento y entendimiento. Así que comencé a investigar el Islam, con la esperanza de poder tener una conexión más cercana/fuerte con Dios. Pero desafortunadamente, me di cuenta de que el Profeta Mahoma está entre Dios y yo. Esa fue mi primera desilusión. También encontré ciertas cosas que me desalentaron mucho del Islam, y en efecto, de todas las demás religiones. Luego me convertí en ateo porque creía que el ateísmo era intelectual, lógico y racional. Después de haber estudiado la Física Matemática (y de haber entendido el verdadero significado de la ciencia, racionalidad y la lógica) en la universidad, me di cuenta de que el ateísmo tampoco era para mí.

Mi pregunta es referente a Jesús. No soy cristiano pero me siento muy cerca de Jesús desde el primer día que llegué a conocerle. No entiendo [por qué] él murió por nuestros pecados. ¿Qué significa eso? Ningún cristiano me ha dado una respuesta satisfactoria y yo mismo no puedo pensar de una respuesta. Estoy listo a morir, hoy mismo, por mi mamá pero eso no fue lo que Jesús hizo (¿supongo yo?).

¿Qué significa “morir por los pecados de otra persona”?

Gracias

Hakan

United Kingdom

Respuesta de Dr. Craig


R

Estoy contento de que te sientas atraído a Jesús, Hakan. Él es una figura atractiva, ¿verdad? He abordado tu pregunta en las charlas 9-13 (en inglés) de la Sección 6 “La Doctrina de Cristo” [Section 6 “Doctrine of Christ”] de mi clase de Defenders [Defensores] sobre la doctrina cristiana y la apologética. Te refiero a que vayas a los podcasts o a las transcripciones de las charlas para que obtenga una respuesta completa.

Los seguidores de Jesús afirmaban tanto que Jesús murió por nosotros (Romanos 8.32; 14.15; I Corintios 8.11; Gálatas 2.20; etc) como que murió por nuestros pecados (Romanos 5.6, 8; Gálatas 1.3-4, etc.). Creo que la última frase (“por nuestros pecados”) se debe entender mejor en el contexto del sistema de sacrificios de los animales que se practicaba en el judaísmo de la antigüedad. Entre las ofrendas que se hacían a Dios en el Templo, había ofrendas para los pecados de las personas. Esas ofrendas tenían la intención de expiar los pecados de las personas, es decir, que tenía la intención de remover o quitar la separación que había entre ellos y Dios por consecuencia de la culpa que ellos cargaban. Esos sacrificios tenían la intención de tanto propiciar a Dios (es decir, de anular Su ira que justamente merecían por haber quebrantado Su ley) y de expiar el pecado de las personas (es decir, de removerlo).

Ahora bien, tú pudieras decir que eso es algo extraño. ¿Cómo podría el sacrificio de un tonto animal quitar los pecados de las personas o cumplir con los requisitos de la justicia de Dios? Pues bien, los escritores del Nuevo testamento estarían de acuerdo contigo. El autor del libro de Hebreos dice rotundamente, “es imposible que la sangre de los toros y de los machos cabríos quite los pecados” (Hebreos 10.4). Él explica que los sacrificios de animales simplemente eran una herramienta temporal que cumplían con los propósitos de Dios hasta que viniera el sacrificio verdadero, el sacrificio del propio Hijo de Dios.

Jesús pensaba de sí mismo como ese sacrificio. En la cena de la Pascua o la última cena, en la cual Jesús comió con sus discípulos la noche que fue arrestado, “tomó pan, y habiéndolo bendecido lo partió, se lo dio a ellos, y dijo: Tomad, esto es mi cuerpo. Y tomando una copa, después de dar gracias, se la dio a ellos, y todos bebieron de ella. Y les dijo: Esto es mi sangre del nuevo pacto, que es derramada por muchos” (Marcos 14.22-24). Jesús utiliza las mismas palabras que utilizó Moisés al instituir el antiguo pacto (Éxodo 24.8), demostrando que él (Jesús) veía su muerte como la inauguración del nuevo pacto entre Dios y los hombres.

Mirando hacia atrás, el apóstol Pablo escribió, “Porque Cristo, nuestro Cordero pascual, ya ha sido sacrificado” (I Corintios 5.7, NVI). Él dice que Dios envió “a su propio Hijo en semejanza de carne de pecado” (Romanos 8.3), la frase “de pecado” siendo la frase en el Antiguo Testamento griego para “ofrenda por el pecado”. Cristo ha hecho lo que los animales expiatorios no pudieron hacer: el sacrificio de Él remueve nuestro pecado y cumple con los requisitos de la justicia de Dios. Pablo dice, “Al que no cometió pecado alguno, por nosotros Dios lo trató como pecador, para que en él recibiéramos la justicia de Dios” (2 Corintios 5.21).

¿Cómo deberíamos entender esto? Bueno, no hay ninguna teoría de la expiación que sea ordenada por la Escritura. Se nos dice que Jesús dio su vida como una ofrenda expiatoria por el pecado, el cual es eficaz, en nuestro lugar. Los teólogos cristianos han formulado muchas diferentes teorías de la expiación, las cuales representan diferentes facetas de la verdad. Pienso que la idea de la sustitución penal de los reformadores protestantes será vital para cualquier teoría adecuada de la expiación. Según esa teoría, Cristo tomó sobre sí la paga del pecado que nosotros merecíamos, algo que ningún mero animal (u otro ser humano pecador) podía hacer. Él se paró como nuestro proxy o representante ante Dios y tomó el castigo por nuestro pecado, el cual merecíamos. Dios imputó nuestro pecado a él y a cambio imputó la justicia perfecta de Cristo a nosotros.

Si esto está correcto, entonces eso hace a Jesús una figura mucho más atractiva. ¿Te puedes imaginar que este hombre, de manera voluntaria, se entregó a sí mismo al horror de la crucifixión para morir como un sacrificio en tu lugar, para tomar el castigo del pecado que tú merecías, para que tú pudieras salir libre? “¡Qué amor tan maravilloso es este!”

- William Lane Craig