#556 La flecha del tiempo
April 15, 2018Las personas hablan de que el tiempo tiene una dirección, pero, en verdad, no podemos experimentar el tiempo sin también observar objetos dentro de él. Tal vez la flecha del tiempo sea una propiedad de las partículas que componen “las cosas”, de modo que la dirección parece universal porque prácticamente todas las partículas a nuestro alrededor tienen la misma tendencia (más o menos como el hecho de que prácticamente toda materia a nuestro alrededor es materia, y no anti-materia). ¿Esta sería una perspectiva razonable?
Rustin
United States
Respuesta de Dr. Craig
R
Tu pregunta sirve para recalcar lo que tal vez sea la característica más importante de la filosofía contemporánea del tiempo, es decir, que casi ha sido completamente “naturalizada”. O sea, los filósofos del tiempo operan casi exclusivamente sobre la suposición tácita (y tal vez hasta inconsciente) de la llamada “epistemología naturalizada”. Según esta perspectiva, la filosofía no es una disciplina autónoma, sino que debe ser practicada dentro del marco de nuestras mejores teorías de la física. Consecuentemente, cualquier investigación de las suposiciones filosóficas de la física moderna está fuera de límites. La física posee una cadena atada al cuello de la filosofía y la guía adónde ello quiere.
No hay (ni puede haber) ninguna justificación para esa epistemología naturalizada, pues eso requeriría una perspectiva independiente de la ciencia moderna, lo cual tal epistemología prohíbe. Ella puede ser adoptada sólo individualmente por un filósofo como una suposición metodológica personal. Yo rechazo categóricamente la suposición de la epistemología naturalizada. La cuestión de la naturaleza del tiempo es una pregunta metafísica que no puede ser respondida solamente por medio de la física.
Como teísta, yo tengo un argumento fulminante de que el tiempo es una realidad que trasciende la física. Esto se debe a que podemos concebir a Dios [incluso] a falta de cualquier universo físico como si tuviese una sucesión de pensamientos (o como si crease un ángel con una sucesión de pensamientos) — por ejemplo, contando “1, 2, 3 [...]”. Tal sucesión de acontecimientos mentales es suficiente para el tiempo, totalmente independiente de cualquier realidad física.
Por lo tanto, es falso cuando dices: “en verdad, no podemos experimentar el tiempo sin también observar objetos dentro de él”, a menos que incluyas acontecimientos mentales sobre “objetos”. De modo que la flecha del tiempo no puede ser identificada con alguna propiedad física (como la dirección de la entropía creciente), como tú sugieres. Esas explicaciones reducionistas también resultan ser viciosamente circulares, ya que presuponen que la dirección en la cual, por ejemplo, la entropía aumenta es posterior a la dirección.
Por eso, pienso que cualquier filósofo en sana consciencia debería reconocer que existe una distinción entre el tiempo metafísico y tiempo físico (o tiempos, ya que no hay ningún concepto unificado de tiempo en la física). El primero es el tiempo en sí, al paso que el segundo son todas las diversas medidas físicas de tiempo que utilizamos más o menos con éxito para medir el tiempo en sí. El tiempo y su flecha son independientes de las medidas físicas que tomamos de ellos.
Si estás muy interesado en investigar la cuestión, echele un vistazo a mi libro Time and the Metaphysics of Relativity (Dordrecht: Kluwer, 2001) [Tiempo y la metafísica de la relatividad].
- William Lane Craig