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#245 Enfrentando el Temor a ser Ridiculizado y Rechazado

December 24, 2013
P

Estimado Dr. Craig,

Mi pregunta es más de índole personal y espero que usted pueda responderla ya que pienso que podría ser útil para muchos cristianos, en particular para aquellos que se encuentran en ambientes muy seculares/no cristianos.

Juntamente con la fuerza de sus argumentos, pienso que la mayoría de las personas están fascinadas e impresionadas por la confianza que usted tiene cuando está debatiendo sus oponentes y por la calma que usted demuestra bajo presión—con frecuencia cuando está siendo atacado intensamente. Usted no parece ser afectado por los intentos que hacen las personas para incitarle o para quitarle del camino. No sólo eso, usted puede pensar claramente, permanecer quieto y continuar presionando al ateo con su argumento y cosmovisión. Esto se hizo muy evidente en su debate contra Sam Harris, de que durante la parte de Preguntas y Respuestas, el Dr. Harris aun continuó arrojándole “piedras” y su hombre de paja de la fe y moralidad cristiana, usted continuó recordándole que en el ateísmo él no tenía base para hacer algún juicio moral. Sin embargo, usted tuvo la gracia suficiente para darle la mano y sonreír al final.

Muchos de nosotros que estamos familiarizados con su trabajo, y muchos otros apologéticos cristianos buenos, ahora sabemos mucho de cómo desafiar y ganar los argumentos en contra de la mayoría de los miembros de nuestra familia, amigos y compañeros de trabajo que no son cristianos. Sin embargo, yo (y estoy seguro que muchas de las personas, en especial aquellas que se encuentran en ambientes seculares como lo es el del Reino Unido), van a tener dificultad hasta con el hecho de traer estas preguntas antes ellos y con mucha frecuencia tendrían temor a ser atacados viciosamente o a ser ridiculizados pese a saber que nuestra cosmovisión es más coherente.

De manera que mi pregunta es: ¿Qué consejo nos daría a nosotros que luchamos en contra del temor de los ataques/persecución/burlas/miedo que vienen de parte del hombre en el contexto del evangelismo y de la apologética, a la luz de las buenas evidencias y razones para nuestra cosmovisión cristiana? Tal vez usted podría compartir cual es su mentalidad mientras está debatiendo o la manera que usted piensa acerca de los no cristianos cuando está hablando con ellos. ¿Cómo usted se siente/reacciona a los ataques? ¿Qué piensa acerca de ellos aún antes que ocurran esos ataques?

Estoy seguro que si muchos de nosotros pudiéramos vencer esto y ser audaces y claros en nuestra evangelización y en nuestras conversaciones, veríamos muchos frutos para el evangelio en nuestras vidas.

Atentamente en Cristo,

Rohit

United States

Respuesta de Dr. Craig


R

Rohit, me recuerdo de tu nombre de algunas semanas atrás y que bueno es escuchar de ti de nuevo. ¡Gracias por las palabras tan alentadoras! Permíteme compartir algunos pensamientos en respuesta a tus preguntas.

1. Piensa en lo que Cristo sufrió por ti. Por nosotros, Jesús estaba dispuesto a pasar por una tortura horrible y por lo que en el pensamiento judío era la más humillante de las muertes. Él estaba colgando desnudo en la cruz en una exposición pública de humillación y vergüenza, fue un objeto de burla y escarnio, por amor a ti y a mí. ¿Cómo es posible que pudiéramos estar avergonzados de él cuando él estaba dispuesto a sufrir esas profundidades de desdén por nosotros? Recuerda las palabras de Jesús: “porque el que se avergüence de mí y de mis palabras, de éste se avergonzará el Hijo del hombre cuando venga en su gloria, y en la del Padre y de los santos ángeles” (Lucas 9.26). ¿Te puedes imaginar que Cristo se avergonzara de ti como su discípulo? ¡Que eso nunca suceda!

2. Se les promete una gran bendición a las personas que son maltratadas por el nombre de Jesús. Jesús dijo, “Bienaventurados seréis cuando por mi causa os insulten, os persigan y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. Gozaos y alegraos, porque vuestra recompensa es grande en los cielos, pues así persiguieron a los profetas que vivieron antes de vosotros” (Mateo 5:11-12). ¡Qué promesa! Pienso de esto en situaciones de debate. Cuando las personas declaran insultos sobre ti, sé agradecido y contento porque ellos están proclamando bendiciones sobre ti. ¿Renunciarías a esas bendiciones?

3. Piensa de lo que otras personas han sufrido por Cristo. Cuando los creyentes en China y en varios países islámicos están siendo encarcelados, torturados y hasta asesinados por su fe en Cristo, no queda para nada corto de ser un escándalo el hecho que nosotros en el Occidente deberíamos retraernos de sufrir hasta abuso o vergüenza verbal por amor a Cristo. ¿Cómo podríamos atrevernos a mirarles la cara a nuestros hermanos y hermanas cuando nuestro compromiso es tan insignificante, tan débil, comparado al de ellos? No sufrimos nada en comparación a lo que ellos sufren. Reflexionar en lo que ellos han sufrido y sufren por el nombre de Cristo nos puede dar la determinación de aceptar la pequeña cantidad de sufrimiento que se nos llama a llevar sobre nosotros.

4. Pídele a Dios que te llene de amor por tus adversarios. Jesús dijo, “Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os odian y orad por los que os ultrajan y os persiguen” (Mateo 5.44). Dios les ama tanto que envió a Su Hijo a morir por ellos. Ellos están perdidos y muriendo sin Cristo. Cuando escucho algunos no creyentes hablar en contra de mí, pienso del aforismo apropiado: “Eso sería igual a que yo me enojara con un hombre ciego por haberme pisado los pies.” Ora para que Dios remueva la ceguera espiritual que tienen. Estamos involucrados en una batalla urgente para rescatarlos de la ruina eterna. Pídele a Dios que te dé un corazón de compasión por los perdidos para que, así como Pablo, te sientas obligado a hablar (2 de Corintios 5.14).

5. Recuérdate que responder con amabilidad es contraproducente. Nuestra meta es de ganarnos a las personas y no de ganar los argumentos. De modo que aunque podríamos estar tentados a responder al sarcasmo con sarcasmo, eso regularmente va a resultar contraproducente y sólo va a empujar a la persona más lejos. Trata de responder con gracia y sustantivamente. Ahora bien, sí pienso que hay un lugar para tener un confrontamiento y para terminar una conversación infructífera, si sientes que la otra persona no está siendo sincera y sólo quiere argumentar. Pero siempre eso debería hacerse con calma y en amor.

Estas sugerencias serían mucho más fáciles de ejecutar si estamos bien-equipados para proporcionar razones positivas de por qué creemos como creemos y para proporcionar respuestas sólidas para las preguntas y objeciones de los no creyentes. Estar equipados de esa manera nos dará una confianza tranquila, la cual nos servirá bien en los diálogos. Como sabemos las respuestas, simplemente no hay razón para ponerse todo acalorado y molestos por los ataques de un no creyente. Pienso que estar bien entrenado, además de mantener los puntos en mente que recomendé arriba, puede incentivar nuestra testificación para Cristo, de modo que simplemente de la manera que él trató con desdén la vergüenza de la cruz (Hebreos 12.2), así también nosotros podamos tratar con desdén las burlas que los no creyentes pudieran arrojar para nuestro lado.

- William Lane Craig