#30 Afirmaciones Falsas del Testimonio del Espíritu Santo
May 26, 2013Pregunta # 1:
Dr. Craig,
Quisiera comenzar dándole las gracias por su ministerio. Ha sido una gran ayuda para mí en mi caminar con Cristo. Bueno, siempre he estado preocupado por el tema de la relación que hay entre la razón y la fe. Estaba leyendo la sección de Preguntas y Respuestas del artículo titulado "Dealing with Doubt” (Tratando con la Duda) esta semana y usted dice que:
Recuerdo muy bien a uno de mis profesores de teología comentando que si a él se le convenciera de que el cristianismo era irrazonable, entonces él renunciaría al cristianismo. Ahora bien, eso me asustó y me preocupó. Para mí, Cristo era tan real y había invertido mi vida con tanto significado que no podía hacer la confesión de mi profesor. Si de alguna manera a través de mis estudios mi razón era de volverse en contra de mi fe, entonces iba a ser mucho peor para mi razón. Esto sólo significa que yo había cometido algún error en mi razonamiento…Si mi razón se pusiese en contra de Cristo, aún así yo creería. Mi fe es demasiada real.”
En vista de esto, ¿entonces qué le haría a usted dejar de creer en el cristianismo? ¿Es este infalsificable en su opinión? ¿Hay algo que le pueda convencer? ¿No nos lleva esto al subjetivismo? ¿No es este tipo de epistemología religiosa la misma que la mayoría de los mormones afirman cuando dicen estar convencido de su religión a causa de un "testimonio interno" y que este testimonio interno tiene prioridad sobre cualquier otro tipo de conocimiento (razón, evidencia, historia, etc.)? Parece como si el párrafo anterior podría ser arrojado de vuelta a nosotros por un mormón de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días que no encuentre respuestas, por mencionar, en un libro como "El Nuevo Desafío Mormón".
Entonces nos quedamos con dos personas con puntos de vista opuestos quienes afirman que su opinión es verdadera y que ellos lo saben por el testimonio del Espíritu Santo. Entonces, ¿cuándo es que un argumento, evidencia, razón y cosas similares entran en juego, si lo subjetivo tiene la carta del triunfo? En la sección 3.5.2.3 del Seminary of Philosophy of Religion (Seminario de la Filosofía de la Religión), a usted se le observa decir algo como que "Plantinga quiere mostrar que la única manera que una creencia cristiana puede ser injustificada, irracional o no garantizada es al mostrar que el cristianismo es falso. Las objeciones de jure dependen de las objeciones de facto."
¿Admite Plantinga la posibilidad de que las objeciones de facto podrían mostrar que el cristianismo es falso? ¿No incluirían estas objeciones de facto cosas tales como la razón, la evidencia, argumento, etc...? ¿Está de acuerdo usted con Plantinga de que las objeciones de facto podrían mostrar que el cristianismo es falso? Si eso es cierto, ¿cómo? Perdón por tantas preguntas. Le agradecería cualquier luz que pueda arrojar sobre el tema.
Muchas gracias.
Seth
Pregunta 2:
Dr. Craig,
Usted dijo que el Espíritu Santo nos confirma que el cristianismo es verdadero. ¿Qué le diría usted a un mormón que dice, que él entró a su habitación y le pidió a Dios que le dijera si el mormonismo era verdadero y sintió que el Espíritu le confirmó que el mormonismo era verdadero? Él sintió el ardor en su pecho. ¿Es subjetivo el argumento que dice que "el Espíritu Santo nos confirma que el cristianismo es verdadero"? Incluso la Biblia habla de "un espíritu diferente". ¿Cómo sabemos que el espíritu que nos está confirmando a nosotros es el Espíritu Santo y no un espíritu diferente? ¿Y cómo les decimos a los mormones que ellos están escuchando al espíritu equivocado?
Gracias por cualquier ayuda,
David
United States
Respuesta de Dr. Craig
R
Como respuesta a ambas preguntas, quisiera que fuésemos de nuevo a la distinción fundamental que tracé entre saber que nuestra fe es verdad y mostrar que nuestra fe es verdadera. Como explico en el capítulo inicial del libro Reasonable Faith (Fe Razonable) publicado por Crossway en el 1994, fundamentalmente, la forma en que sabemos que el cristianismo es verdadero es por el testimonio de auto-autenticación del Espíritu Santo de Dios. Con esto lo que quiero decir es: (i) que el testimonio interno del Espíritu Santo es verídico e inconfundible (aunque no sea necesariamente irresistible o indubitable) para la persona que lo tiene; (ii) que esa persona no necesita argumentos o evidencias complementarias para conocer y saber con certeza que, de hecho, él o ella está experimentando el Espíritu de Dios; (iii) que en este caso dicha experiencia no funciona como una premisa en algún argumento de la experiencia religiosa con Dios, sino más bien que es la experiencia inmediata de Dios mismo; (iv) que en ciertos contextos la experiencia del Espíritu Santo va a implicar la aprehensión de ciertas verdades de la fe cristiana, por ejemplo la verdad de que "Dios existe," que "soy condenado por Dios," que “estoy reconciliado con Dios," que "Cristo vive en mí" y así sucesivamente; (v) que dicha experiencia le dota a uno no sólo con una seguridad subjetiva de la verdad del cristianismo, sino con el conocimiento objetivo de la verdad; y (vi) que los argumentos y las evidencias incompatibles con esa verdad son abrumadas por la experiencia del Espíritu Santo para la persona que la tiene por completo. Todo esto me parece implícito en la enseñanza del Nuevo Testamento.
Ahora bien Seth, en luz de esto, su primera pregunta, se ve como una que está fuera de lugar: ¿Qué le haría a usted dejar de creer en el cristianismo? No sé, tal vez alguna persecución o una depresión profunda, o ver a mis hijos sufrir inútilmente, o un número de otras cosas. Últimamente, he estado leyendo Divine Institutes (Los Institutos Divinos) de Lactancio y a medida que leo sobre el valor y la fortaleza de los primeros mártires cristianos bajo una coacción de las más horribles torturas, no puedo dejar de preguntarme," ¿Tendría yo esa clase de valor? Soy tan débil y cobarde. ¿Me habría rendido a la primera imposición del dolor?" (Afortunadamente, Jesús nos dice que no nos preocupemos precisamente por esas cosas porque el Espíritu Santo nos da el poder durante esas tribulaciones). Sin embargo, pienso que usted puede ver que el asunto no tiene que ver con qué yo haría para que yo abandonara mi fe, sino que hay circunstancias bajo las cuales yo estaría racionalmente obligado a abandonar mi fe. Y la respuesta a esa última pregunta me parece ser, No. El testimonio del Espíritu Santo es lo que Alvin Plantinga llama un derrotador intrínseco de los derrotadores que se presentan en contra de la fe cristiana. La garantía que este testimonio trae a la fe cristiana siempre excederá la garantía presentada en contra de la fe cristiana por varias objeciones. Por lo tanto, la fe cristiana es infalsificable para la persona que posee el testimonio del Espíritu Santo, no en el sentido de que no hay condiciones que nos podemos imaginar en las que el cristianismo sería falso sino en el sentido de que tal persona siempre tendrá garantía suficiente para continuar en la fe cristiana, inclusive cuando enfrente objeciones que no pueda responder.
David, en respuesta a su pregunta acerca de cómo probar los espíritus, alguien podría señalar 1 Juan 4:1-3 para demostrar que el testimonio del Espíritu Santo no es auto-autenticado, sino que necesita ser probado:
Queridos hermanos, no crean a cualquiera que pretenda estar inspirado por el Espíritu, sino sométanlo a prueba para ver si es de Dios, porque han salido por el mundo muchos falsos profetas.En esto pueden discernir quién tiene el Espíritu de Dios: todo profetaque reconoce que Jesucristo ha venido en cuerpo humano, es de Dios;todo profeta que no reconoce a Jesús, no es de Dios sino del anticristo…
Pero ese entendimiento sería una mala interpretación del pasaje. Juan no está hablando de probar el testimonio del Espíritu en nuestros corazones, sino que está hablando de probar las personas que afirman estar hablando por el Espíritu Santo.
Él se refirió a las mismas personas anteriormente: "Queridos hijos, ésta es la hora final, y así como ustedes oyeron que el anticristo vendría, muchos son los anticristos que han surgido ya. Por eso nos damos cuenta de que ésta es la hora final. Aunque salieron de entre nosotros, en realidad no eran de los nuestros…"(1 Juan 2:18-19). Juan nunca insta al creyente a dudar del testimonio del Espíritu en su corazón, más bien dice que si alguien viene diciendo que está hablando por el Espíritu Santo, entonces, como la situación es externa a uno mismo e involucra afirmaciones adiciones de la verdad las cuales no son entendidas de inmediato, debemos probar esa persona para determinar si la afirmación es verdadera. Pero en nuestras propias vidas, el testimonio interno del Espíritu de Dios es suficiente para asegurarnos de las verdades que Él testifica (1 Juan 5:6-10).
¿No nos hace llegar eso al subjetivismo? Como diría Plantinga, es difícil de ver cómo. ¿Cómo es el hecho de que otras personas, como los musulmanes o los mormones, afirman falsamente experimentar un testimonio auto-autenticado del Espíritu de Dios relevante a que yo sepa o conozca la verdad del cristianismo por medio del testimonio del Espíritu? La existencia de un testimonio auténtico y único del Espíritu no excluye la existencia de afirmaciones falsas sobre dicho testimonio. ¿Cómo, entonces, la existencia de las afirmaciones falsas del testimonio del Espíritu a la verdad de una religión no cristiana hace algo lógico para socavar el hecho de que el creyente cristiano no posea el testimonio genuino del Espíritu? ¿Por qué debería yo ser apartado o robado de mi gozo y seguridad de la salvación simplemente porque alguien más pretende falsamente, de manera sincera o no sincera, tener el testimonio del Espíritu? Si un mormón o un musulmán falsamente afirma tener la experiencia del testimonio del Espíritu de Dios en su corazón, eso no logra nada para socavar la veracidad de mi experiencia.
Usted podría insistir: "Pero, ¿cómo sabe usted que su experiencia no es también falsa?" Ya respondí a esa pregunta: la experiencia del testimonio del Espíritu es auto-autenticada para la persona que realmente la tiene. El cristiano lleno del Espíritu Santo puede saber de inmediato que su afirmación del testimonio del Espíritu es verdadera a pesar de las falsas afirmaciones que hacen las personas que se adhieren a otras religiones. Es por eso que Plantinga dice que la única forma que la creencia cristiana puede demostrarse ser injustificada, irracional o no garantizada es al mostrar que el cristianismo es falso, ya que si es verdadero, entonces es probable que sea garantizado.
¿Admite Plantinga la posibilidad de que las objeciones de facto podrían mostrar que el cristianismo es falso? Para los lectores que no están familiarizados con la jerga, una objeción de facto es una objeción a la verdad fáctica de alguna afirmación. Una objeción de jure es una objeción a la racionalidad de creer en esa afirmación, inclusive si la afirmación es verdadera. Las objeciones de facto ciertamente incluirían un argumento y evidencia, por ejemplo, el problema del sufrimiento o la crítica escéptica de la bíblica. Estoy seguro de que Plantinga diría que para las personas que se encontraban en ciertas circunstancias históricas, la evidencia era contra del cristianismo (piense en los estudiantes rusos educados en las universidades en la era soviética), de tal manera que en la ausencia del testimonio del Espíritu, ellos racionalmente juzgarían el cristianismo como falso. Pero una persona en tales circunstancias quien posea y atienda el testimonio del Espíritu tiene un vencedor intrínseco de las objeciones que él confronta. Así que en ese sentido el cristianismo no se puede demostrar ser falso.
¿No es esa la misma epistemología religiosa como la del mormón o del musulmán? ¡Sí! Como enfatiza Plantinga, cualquiera de las religiones que tiene una figura “Dios” también puede afirmar justificadamente que tampoco hay ninguna objeción de jure para su fe, independientemente de las objeciones de facto. Eso me parece muy bien. Yo no objetaría nunca al Islam o incluso al mormonismo sobre las bases de jure sino sobre las bases de facto. Usted podría pensar que esta admisión trivializa los logros de Plantinga. ¡No es así,! ya que el cristianismo difiere en respecto de su mayor competidor en el mundo occidental: con el naturalismo. Dado que el naturalismo no tiene una figura “Dios”, no es probable que sea garantizado, aun si fuese verdadero. ¡De hecho, Plantinga ha argumentado con fuerza que el naturalismo, de ser verdadero, no puede ser creído de manera racional y es, en ese sentido, autodestructivo! Véase el libro de Plantiga Warranted Christian Belief (Creencia Cristiana Garantizada) publicado por Oxford en el 2003.
Así que eso nos lleva al escenario que ustedes dos se imaginan: ustedes están confrontados por un amigo mormón que afirma saber que el mormonismo es verdadero porque él experimenta un "ardor en el pecho" cuando él lee el Libro de Mormón. Ya no estamos hablando de saber que el cristianismo es verdadero, estamos hablando de mostrar que el cristianismo es verdadero. La diferencia es crucial. William Alston señala que esta situación tomada en aislamiento resulta en un empate, ya que ninguno de los dos sabe como convencer al otro de que solo él tiene una experiencia verídica, y no ilusoria. Este empate no socava la racionalidad de la creencia propia del cristiano, ya que incluso si el proceso de formación de su creencia es lo más fiable posible, no hay forma de que pueda dar una prueba que no sea circular de este hecho. Por lo tanto, su incapacidad de proporcionar dicha prueba no anula la racionalidad de su creencia. Pero a pesar de que él es racional en conservar su fe cristiana, el cristiano en tales circunstancias está en una pérdida total en cuanto a cómo mostrarle a su amigo mormón que él tiene razón y que su amigo está equivocado en sus respectivas creencias.
¿Cómo podemos romper ese empate? Alston responde que el cristiano debe hacer todo lo que pueda para buscar un terreno común en el cual adjudicar las diferencias cruciales entre sus visiones competidoras, buscando mostrar de una forma no circular cuál de ellas está correcta. Si, al proceder sobre la base de consideraciones que son comunes en ambas partes como la percepción sensorial, la evidencia propia y los modos comunes de razonamiento, el cristiano puede demostrar que sus propias creencias son verdaderas y las de su amigo mormón son falsas, entonces habrá tenido éxito en demostrar que él (el cristiano) está en la mejor posición para discernir la verdad sobre estos asuntos. Una vez se permita a la apologética entrar al escenario, la diferencia objetiva entre sus situaciones se vuelve crucial, ya que el mormón sólo piensa que él tiene una experiencia de auto-autentificación de Dios, cuando en realidad no la tiene, el poder de la evidencia y del argumento pueden, por la gracia de Dios, romper su falsa seguridad de la verdad de su fe y convencerle a poner su fe en Cristo.
Esta visión del asunto nos permite sostener una fe razonable, la cual es apoyada por argumentos y evidencia sin hacer que nuestro argumento y evidencia se conviertan en el fundamento de nuestra fe. Podemos mostrarle a un incrédulo que nuestra fe es verdadera sin depender de los caprichos del argumento y de la evidencia para la seguridad de que nuestra fe es verdadera. A la misma vez, sabemos con confianza y sin vergüenza que nuestra fe es verdadera sin que caigamos en un subjetivismo relativo.
- William Lane Craig