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#815 La Retrocausalidad Cuántica en Perspectiva Teológica

September 24, 2023
P

¿Qué es exactamente la «retrocausalidad» cuántica y existe alguna perspectiva teológica o respuesta que pueda aportarse al respecto? Gracias por su tiempo.

Adrián

Canada

Respuesta de Dr. Craig


R

La retrocausalidad tiene que ver con la causalidad hacia atrás, en la que el efecto es cronológicamente anterior a la causa. Hay al menos un par de situaciones en la mecánica cuántica en las que se ha alegado que la retrocausalidad desempeña un papel.

En primer lugar, la creación de un par electrón-positrón puede modelarse matemáticamente como si un solo electrón retrocediera y avanzara en el tiempo. Sin embargo, la mera modelización matemática no tiene implicaciones ontológicas. En segundo lugar, y lo que es más serio, la no-localidad cuántica que implica el Teorema de Bell parece implicar que en algunos marcos de referencia las señales causales retroceden en el tiempo, con todas las paradojas de causalidad que ello implica. La mejor manera de evitar esta implicación, defendida por el propio Bell, es volver a la teoría de la relatividad tal como era antes de Einstein y afirmar relaciones de simultaneidad absoluta, descartando así la señalización hacia atrás.

Ahora tu pregunta, Adrian, se refiere a cómo debemos ver la posibilidad de la retrocausalidad, no científica o filosóficamente, sino teológicamente. La retrocausalidad parece presuponer una teoría del tiempo atemporal, según la cual todos los momentos del tiempo, ya sean pasados, presentes o futuros, son igualmente reales y existentes. Pues sólo si todos los momentos del tiempo son igualmente reales pueden existir relaciones causales hacia atrás entre acontecimientos futuros y pasados. La respuesta a tu pregunta, por tanto, dependerá de si existen objeciones teológicas a una teoría del tiempo atemporal.

Yo creo que sí las hay. En una teoría del tiempo atemporal, el mal nunca se erradica de la creación. Incluso si llega a su fin con el regreso de Cristo, la mancha del mal en momentos anteriores de la creación nunca desaparece. Lo que esto implica para la crucifixión y resurrección de Jesús es muy preocupante. Jesús cuelga permanentemente de la cruz en el año 30 d.C., y su resurrección es sólo la animación de secciones tridimensionales posteriores de su cuerpo extendido espaciotemporalmente. Me parece, por tanto, que el teólogo cristiano debería comprometerse con una teoría temporal del tiempo y la realidad del devenir temporal, que descarta la retrocausalidad.

- William Lane Craig