#635 ¿Habrá cavernícolas en el cielo?
July 30, 2019¿Cómo hicieron las personas para merecerse entrar al cielo antes de los Diez Mandamientos y antes de Cristo? Particularmente, esos hombres muy antiguos, hombres cavernícolas per se. Tenemos artefactos antiguos que proceden de toda parte del mundo referente a hombres primitivos, como lanzas y alfarería, pero ¿cómo se salvaron estas personas y cómo lograron merecerse ir al cielo?
Jacob
United States
Respuesta de Dr. Craig
R
Supongo que nos estamos refiriendo a personas prehistóricas, creadas a la imagen y semejanza de Dios y que, por lo tanto, son personas completamente humanas. Como todas las personas a quienes no ha llegado la revelación especial, los trogloditas se beneficiaron de la revelación general de Dios en la naturaleza y la conciencia (Romanos 1-2). Su única esperanza de salvación sería que través de una respuesta de fe apropiada a la revelación general de Dios, Dios les aplicara los beneficios de la muerte expiatoria de Cristo a pesar de su ignorancia de Cristo. En Romanos 3.25, Pablo dice que Dios envió a Cristo como un sacrificio expiatorio por el pecado. “Dios lo ofreció como un sacrificio de expiación que se recibe por la fe en su sangre, para así demostrar su justicia. Anteriormente, en su paciencia, Dios había pasado por alto los pecados". El pensamiento de Pablo es que las personas en las épocas anteriores a Cristo no recibieron el juicio que merecían; más bien, Dios pasó por alto esos pecados hasta que Cristo vino y luego lo presentó como una ofrenda de sacrificio para llevar esos pecados. De manera similar, en su discurso en el Areópago en Atenas, Pablo dice: “Pues bien, Dios pasó por alto aquellos tiempos de tal ignorancia, pero ahora manda a todos, en todas partes, que se arrepientan". (Hechos 17.30).
En resumen, el castigo por los pecados de esas personas, que Dios había guardado por tanto tiempo, finalmente fue pagado por Cristo. Por lo tanto, un lugar en el cielo en la resurrección final de los muertos es al menos accesible para tales personas.
- William Lane Craig