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#576 Dos preguntas sobre el origen de la creencia de los discípulos en la resurrección de Jesús  

August 19, 2018
P

Dr. Craig, gracias por su trabajo sobre la resurrección de Cristo.

Cuando me encontré por primera vez con las evidencias para la resurrección de Cristo, expuestas por usted y otros apologistas cristianos, pensé que eran irrefutables y definitivas. Sin embargo, después de haber pensado sobre ellas por un tiempo, me di cuenta de que hay dos posibles objeciones que alguien podría presentar sobre el origen de la creencia de los discípulos. Cristo predijo Su resurrección muchas veces en Su vida, como dice en Mateo 16:21, Mateo 17:9 y Marcos 8:31. Esas predicciones, juntamente con los milagros que Cristo realizó, pudieron haber ocasionado que los discípulos tuvieran la expectativa de que Él iba a resucitar, después de haber dudado al principio.

Además, usted con frecuencia dice que los judíos creían que ocurriría una resurrección al final del tiempo y que ellos no creían en resurrecciones aisladas. Sin embargo, encontramos en 2 Reyes 13:21 que un hombre se levantó de entre los muertos cuando fue arrojado hacia los huesos de Eliseo y, en 1 Reyes 17, Dios levantó a un niño de entre los muertos cuando Elías suplicaba por él. Aunque los judíos pudieran no creer en las resurrecciones aisladas en general, aún existen relatos sobre ellas en las Escrituras de ellos. ¿Cómo se puede dar respuesta a esas dos objeciones y demostrar que ellas hubiesen causado que los discípulos esperasen en una resurrección (y así hacer posibles alucinaciones, sin considerar la probabilidad de las apariciones de Cristo como alucinaciones)?

Gracias,

 Chris

United States

Respuesta de Dr. Craig


R

Siempre me siento muy incómodo cuando escucho a las personas describiendo algún argumento apologético con palabras como “irrefutable y definitivo”. Esas personas están propensas a caer. Esa no es la naturaleza de los argumentos apologéticos, en especial los argumentos apologéticos históricos, los cuales comparten inherentemente las incertidumbres del propio estudio histórico. Más bien, nos encontramos en este caso con lo que trata con el peso de las hipótesis históricas rivales con el objetivo de encontrar la mejor explicación de las evidencias cuando son evaluadas por los criterios, como el alcance explicativo, el poder explicativo, su plausibilidad, etc. La afirmación es que el equilibrio de la hipótesis “Dios levantó a Jesús de entre los muertos” es una explicación mejor que todas las explicaciones rivales.

Ahora bien, uno de los hechos que cualquier hipótesis histórica sobre el destino de Jesús de Nazaret debe explicar es el origen del propio cristianismo y, en particular, la creencia fundacional de los primeros discípulos de que Dios había resucitado a Jesús de entre los muertos. He argumentado que la mejor explicación de ese hecho es la que dieron los discípulos: Dios verdaderamente resucitó a Jesús de entre los muertos.

Tú presupones una explicación diferente: que las predicciones de la resurrección de Jesús, juntamente con sus milagros, llevarían a los discípulos a esperar que él resucitaría de los muertos y, por eso, llegaron a esa creencia. La razón que ningún erudito contemporáneo defiende dicha teoría, Mark, es que las predicciones de la resurrección son ampliamente consideradas como que fueron escritas [sobre la vida de Jesús] posteriormente por cristianos quienes ya habían llegado a creer en la resurrección de Jesús. Así que una defensa de tu hipótesis requeriría de un caso convincente a favor de la autenticidad de los textos bíblicos que mencionas. La mayoría de eruditos piensan que no se puede construir un caso como ese. Las evidencias para las predicciones de la resurrección no son tan buenas como las evidencias para la tumba vacía, para las apariciones de Jesús después de la muerte y para el origen de la fe cristiana. Así que uno no puede aceptar la primera [las evidencias de las predicciones de la resurrección] mientras permanecer escéptico sobre la última [las evidencias para la tumba vacía, para las apariciones de Jesús después de la muerte y para el origen de la fe cristiana].  

Si crees, incluso si no puede ser probado, que Jesús hizo predicciones de la resurrección (como creo yo), entonces no hay buena explicación del porqué ellas no habían conllevado a la creencia en la resurrección de Jesús: los discípulos no las entendían. Como he explicado, no había ningún concepto en el judaísmo de una resurrección que acontecería dentro de la historia por un individuo aislado salvo en la resurrección general al final de la historia. Es natural que los discípulos entendieran que Jesús estaba hablando de la resurrección al final del mundo. Los Evangelios declaran explícitamente eso.

Eso nos lleva a tu segundo punto. Ciertamente, las revitalizaciones de los muertos eran conocidas en el judaísmo, como tú señalas, y se dice que Jesús mismo trajo a ciertas personas a la vida de entre los muertos. Pero estas cosas tienen que ver con regresar a la vida. Esas mismas personas irían a morir de nuevo. En ningún caso encontramos una resurrección, llamada así propiamente, a la gloria e inmortalidad, salvo de la resurrección general al final de la historia. Por lo tanto, la creencia en la resurrección de Jesús no tiene paralelo.  

Así que acerca del equilibrio, la mejor explicación para la llegada repentina y sincera de los discípulos a creer que Dios había resucitado a Jesús de entre los muertos no trata de un deseo inconsciente impulsado por las predicciones de la resurrección de Jesús, sino, más bien, por la propia resurrección histórica. 

- William Lane Craig