#608 Dios y la eficacia desproporcional de las matemáticas
March 31, 2019Estimado Dr. Craig,
Soy un cristiano que realmente disfruta el trabajo que usted hace y me preguntaba si usted tendría tiempo para responder a una breve pregunta que tengo. Ya he enviado algunas preguntas anteriormente, pero siempre he descubierto enseguida que ya habían sido respondidas en algún sitio en esta página web gigantesca. Por lo tanto, busqué minuciosamente, pero no encontré ninguna respuesta relacionada a la cuestión; entonces, hago aquí esta pregunta.
Vi en uno de sus artículos populares, donde se proponen ocho razones para creer en Dios, que usted piensa en la aplicabilidad de las matemáticas al mundo natural como una buena razón para creer en Dios. Originalmente, no pude ver ningún problema en eso, y me asusté de que un argumento tan bueno:
a) no había sido creado antes y
b) no haya sido tan popular, ya que usted lo creó.
Me sorprendió que no se estén escribiendo artículos, libros, tratados y críticas en relación a lo que se podría denominar "el difícil problema de las matemáticas". No pude dejar de intentar encontrar respuestas al problema, pero ninguna de ellas tuvo éxito.
Sin embargo, a medida que pensaba sobre esto, se me ocurrió que el argumento no era tan convincente como aparecía al principio. Para comenzar la conversación, ¿no se podría decir que la mayor parte del mundo matemático no es aplicable al mundo natural? Algunos conceptos, generalmente conocidos sólo a pensadores en el nivel más alto, no tienen aplicación alguna. Y llevando la pregunta un poco más lejos, ¿no podría usted comentar sobre las tantas cosas que la matemática y la ciencia no pueden explicar (por ejemplo, amor, el alma, Dios), y esto no podría funcionar como evidencia sustancial contra una teoría como esa?
En segundo lugar, ¿por qué no descartar el problema por completo, de una vez y por todas, y decir que la razón para la correlación antinaturalmente simple entre las dos se reduce a la evolución? Es decir, quien ve la conexión entre las dos es el que tiene mayor probabilidad de sobrevivir, considerando que tiene más conocimiento del mundo a su alrededor (entiendo que esto se trata de la razón más discutible, y que tampoco tengo la plena certeza a su respecto, pero siento que merece una respuesta a la altura).
El motivo por el que siento la necesidad de jugar el papel de abogado del diablo a cierto grado es simplemente que no puedo ver por qué una prueba tan buena como esa (a mi parecer, una evidencia muy irrefutable) no haya entrado en la esfera académica y pública. Incluso más allá de mis críticas en el momento, sólo consigo pensar que debe haber un truco secreto o escondido en algún lugar y que, en cierto modo, nada de eso puede ser tan bueno como parece. Obviamente, todos seríamos cristianos si no hubiera ningún problema. Sin embargo, fue esta también mi postura ante el argumento ontológico modal de Alvin Plantinga, el cual con el tiempo he llegado a aceptar. Si estos problemas no se sostienen, tendré que concluir que todo esto es tan bueno como lo parece ser. En tal caso, creo que voy a empezar a correr la voz.
En fin, le agradezco por leer mi pregunta, y mil disculpas si, después de hacer toda mi verificación, yo no haya visto que usted ya dio una respuesta en algún otro lugar.
Muchas gracias,
Josh
Reino Unido
United Kingdom
Respuesta de Dr. Craig
R
Para aquellos que no están familiarizados con el argumento a favor de Dios a partir de la aplicabilidad de las matemáticas al mundo físico, aquí les presento una formulación simple que yo utilizo:
1. Si Dios no existe, la aplicabilidad de las matemáticas al mundo físico es sólo una feliz coincidencia.
2. La aplicabilidad se las matemáticas al mundo físico no es sólo una feliz coincidencia.
3. Por lo tanto, Dios existe.
Estoy de acuerdo contigo de que éste es un argumento teísta extremamente persuasivo. Basta con echarle un vistazo a cómo Alex Rosenberg trató de escapar del asunto cuando lo propuse en mi debate con él.[1]
Dejemos de lado, por un instante, el motivo por el que el argumento no se utiliza más ampliamente. Consideremos tus dos respuestas para él.
En primer lugar, “¿no se podría usted comentar sobre las tantas cosas que la matemática y la ciencia no pueden explicar (por ejemplo, amor, el alma, Dios), y esto no podría funcionar como evidencia sustancial contra una teoría como esa?”
Una rápida reflexión mostrará que la pregunta está equivocada. En este argumento, uno no está tratando de explicar las cosas a través de las matemáticas y la ciencia; más bien, uno está tratando de explicar por qué las matemáticas, que se refieren a un dominio causalmente no conectado y abstracto o un dominio meramente de hacer creer, es tan científicamente útil en describir la forma en que el mundo funciona. Por supuesto que hay cosas que no se pueden describir matemáticamente, como amor o personas, pero el argumento tiene que ver con aquellos aspectos de la realidad, sobre todo estudiados por la física, que lo son.
Pero “¿no se podría decir que la mayor parte del mundo matemático no es aplicable al mundo natural?" ¡Absolutamente! Los objetivos más altos de la teoría de los conjuntos y las órdenes superiores de la aritmética transfinita son incapaces de realizarse físicamente y, por eso, el mundo no exhibe una estructura como tal. Pero todavía queda el punto sin resolver: ¿por qué el mundo físico tiene la estructura matemática increíblemente compleja que tiene, de manera que los cálculos matemáticos le son aplicables? ¿Es esto sólo una feliz coincidencia? ¿O sería eso el producto de un diseñador inteligente?
En segundo lugar, ¿por qué no […] decir que la razón para la correlación antinaturalmente simple entre las dos se reduce a la evolución? Es decir, quien ve la conexión entre las dos es el que tiene mayor probabilidad de supervivir ". Esta pregunta se basa en una confusión entre epistemología y ontología, Josh. Nadie está tratando de explicar cómo o por qué tenemos conocimientos matemáticos, sino por qué el mundo físico es descriptible por las matemáticas, o de sí o no alguna forma de vida inteligente ha evolucionado, o ha acumulado un repertorio de conocimientos matemáticos. Supongamos que las criaturas con más probabilidad de supervivir son aquellas que logran discernir la aplicabilidad de las matemáticas a la naturaleza. Todavía permanece la misma pregunta: ¿por qué la aplicabilidad de las matemáticas a la naturaleza está ahí para ser discernida, en primer lugar? La evolución no aborda esa cuestión.
Ahora, la pregunta del millón de dólares: ¿por qué un argumento tan poderoso no es más popular? ¿Por qué no están escribiendo “artículos, libros, tratados y críticas en relación a lo que se podría denominar ‘el difícil problema de las matemáticas’?” Bueno, en realidad, sí se están escribiendo, si con "el difícil problema de las matemáticas" quisiste decir la aplicabilidad de las matemáticas al mundo físico. Sin embargo, estas discusiones ocurren en la filosofía de las matemáticas - por cierto, una disciplina diminuta, en la que casi ningún filósofo cristiano se especializa. El único cristiano filósofo de las matemáticas que conozco es Christopher Menzel en la Universidad de Texas A & M, y no sé bien si él ya escribió sobre el tema. También ten en cuenta que la filosofía de las matemáticas ha existido como disciplina solamente desde los Fundamentos de la Aritmética (1884) de Gottlob Frege, y que el positivismo antiteísta dominó la filosofía hasta el final del siglo XX, cuando comenzó el renacimiento de la filosofía cristiana.
Para ilustrar, el destacado filósofo alemán Bernulf Kanitscheider, en Natur und Zahl [Naturaleza y Número] desconsidera la visión medieval de que entidades matemáticas existan en la mente de Dios como algo que "ya no es aceptado en el mundo secular actual", siendo, por lo tanto, obsoleto e incompatible con el naturalismo materialista.[2] Mark Steiner, filósofo de las matemáticas, escribió en profundidad sobre el problema, reconociendo que la aplicabilidad de las matemáticas se constituye en "un desafío al naturalismo".[3] Desafortunadamente, los filósofos seculares jamás consideran seriamente que el teísmo sea una opción, y casi no hay cristianos trabajando en esa área para desafiarlos.
En su retrospectiva "Christian Philosophy at the End of the 20th Century” [La Filosofía Cristiana al final del siglo XX], Alvin Plantinga pregunta cómo les ha ido a los cristianos con respecto a proporcionar y desarrollar argumentos para la existencia de Dios. Él responde así: "De manera general, pienso yo, que no les ha ido muy bien [...] mucho más puede y debería hacerse. Hay realmente una gran cantidad de buenos argumentos teístas, todos esperando pacientemente para ser desarrollados en detalles penetrantes y profundos. Esta es un área donde los filósofos cristianos contemporáneos tienen mucho trabajo por hacer”.[4] Plantinga menciona en específico los argumentos a partir de los conjuntos y números, aunque no menciona la aplicabilidad de las matemáticas. El argumento de la aplicabilidad es mencionado, sin embargo, por Tyron Goldschmidt y Robin Collins en sus ensayos preparados para el volumen en homenaje a Alvin Plantinga, Two Dozen (or so) Arguments for God [Dos docenas (más o menos) de argumentos a favor de Dios].[5] No hay truco secreto o escondido aquí. Simplemente necesitamos más filósofos y matemáticos cristianos.
¡Ya puedes empezar a correr la voz!
[1] Véase William Lane Craig y Alex Rosenberg, Is Faith in God Reasonable? Debates in Philosophy, Science, and Rhetoric [¿Es la fe razonable? Debates en filosofía, ciencia y retórica], ed. Paul Gould e Corey Miller, Routledge Studies in the Philosophy of Religion (Londres: Routledge, 2014); para una grabación en vídeo (que, sin embargo, no incluye los comentarios finales de Rosenberg dirigiéndose a aquellos que nos respondieron en el libro), ver https://www.youtube.com/watch?v=bhfkhq-CM84.
[2] Bernulf Kanitscheider, Natur und Zahl: Die Mathematisierbarkeit der Welt (Berlim: Springer Verlag, 2013), pp. 92-93, 205.
[3] Mark Steiner, Mathematics as a Philosophical Problem [Las matemáticas como un problema filosófico] (Cambridge, Mass.: Harvard University Press, 1998), p. 176.
[4] Alvin Plantinga, “Christian Philosophy at the End of the Twentieth Century,” [La Filosofía Cristiana al final del siglo XX] en The Analytic Theist: An Alvin Plantinga Reader, ed. James F. Sennett (Grand Rapids, Mich.: William B. Eerdmans, 1998), p. 339.
[5] Two Dozen (or so) Arguments for God, [Dos docenas (más o menos) de argumentos a favor de Dios] ed. Jerry L. Walls y Trent Dougherty (Oxford: Oxford University Press, 2018), pp. 74, 91.
- William Lane Craig