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#314 El Experimento de Libet y el Determinismo

May 29, 2013
P

Estimado Profesor Craig,

¿Qué indica el Experimento de Libet acerca del libre albedrío?

Un científico estadounidense, Libet, condujo un experimento en el 1979 que involucraba la medida de la actividad del cerebro durante un proceso controlado de toma de decisión. El experimento tenía el objetivo de entender mejor las relaciones entre los fenómenos neurológicos (físicos) y la actividad de la voluntad.

La observación fue de que:

1. la actividad del cerebro sucede, luego después de una demora

2. uno mismo está consciente de que una decisión se ha hecho, luego después de una demora (para que el cuerpo reaccione);

3. se hace una decisión.

La demora entre la (2) y (3) simplemente puede llegar a explicarse por demoras de transmisión desde el cerebro al cuerpo. De bastante interés es la demora que hay entre (1) y (2).

Algunos (neurobiólogos) afirman que el estrecho entre (1) y (2) demuestra que el cerebro toma la decisión y que luego la persona experimenta la decisión (y simplemente asocia la decisión a su propia libertad de hacer, a diferencia de la del cuerpo).

Sin embargo, hay algunas cosas que no me parecen estar en orden aquí. Por ejemplo,

a. (2) sencillamente marca cuando la persona está, en otro nivel de consciencia por así decir, consciente o al tanto de su decisión. Pero tomar una decisión y llegar a estar consciente de la misma son fenómenos distintos prima facie y por lo tanto, no se debería presuponer que ocurren simultáneamente. Para invalidar que una decisión de libre albedrío ha ocurrido, parece que uno tendría que colapsar esas dos nociones.

b. Supongamos ahora que la toma de decisión y la consciencia de la misma fuesen a ocurrir de manera simultanea. El llamado “potencial de disposición” en (1) solamente se mide en los tiempos en un vecindarios pequeños de la actividad. ¿Podría ser que este potencial de disposición regularmente alcanza su máximo y que eso es simplemente un fenómeno regular que pone a uno en un estado de tomar una decisión? En este caso, la compatibilidad del libre albedrío y esta actividad preventiva del cerebro son perfectamente compatibles.

Poniendo mis objeciones a un lado, realmente me gustaría escuchar su opinión profesional de esto.

* La existencia del libre albedrío está entre los problemas más profundos y difíciles en la Filosofía/Ciencia. Si este problema fuese resuelto y el Experimento de Libet fuese a estar concluyentemente demostrado de que la toma de decisión de los humanos no es libre sino determinada, entonces habría consenso. ¿Hay Consenso acerca de la interpretación de las observaciones en el Experimento de Libet? ¿Hay Consenso acerca del Problema del Libre Albedrío?

*¿Qué, del todo posible, realmente indican las observaciones del Experimento de Libet?

Por último,

*Algunos simplemente toman la estrategia de redefinir el libre albedrío como un fenómeno, donde a pesar de que la decisión está determinada, sus causas vienen realmente de la persona que toma la decisión. De esta manera, algunos piensan que el Determinismo no es ningún problema para el libre albedrío—más bien la definición del libre albedrío podría ser reevaluada. ¿Qué piensa usted de esta estrategia?

Gracias por leer esta pregunta y gracias por su trabajo.

Atentamente,

Raj

United States

Respuesta de Dr. Craig


R

Raj, aunque la Filosofía de la Mente no es una de mis áreas de especialización, de modo que con frecuencia envío a las personas con preguntas como la tuya a las obras de personas quienes se especializan en esas áreas como mi colega J. P. Moreland, pero como el experimento de Libet juega un papel tan crucial en la defensa de Alex Rosenberg del naturalismo, hice alguna investigación en cuanto a los resultados fascinantes de Libet en preparación para mi debate con Rosenberg.

En primer lugar, permítanme decir de una manera precisa lo que Benjamin Libet descubrió, ya que tu enunciado de los tres acontecimientos o etapas en la ejecución de una decisión está un poco desorganizado y, por lo tanto, puede ser confuso. En los experimentos iniciales de Libet, se les instruyo a las personas a presionar un botón con uno de sus dedos mientras él monitoreaba la actividad cerebral de ellos. Libet descubrió que antes del conocimiento de una persona de su decisión de presionar el botón, ya había ocurrido una señal del cerebro la cual resultó en que su dedo hizo un movimiento más tarde. Así que la secuencia es: (1) ocurre una señal del cerebro alrededor de 550 milisegundos antes de que el dedo se mueva; (2) el individuo tiene un conocimiento de su decisión de mover su dedo acerca de 200 milisegundos antes de que su dedo se mueva; (3) el dedo de la persona se mueve.

Ahora vamos a ver las tres preguntas que haces con viñetas. Con respecto a tu primera pregunta, no hay consenso en cuanto a la interpretación o al significado de los resultados de Libet. De hecho, son un asunto de gran controversia. Como te podrías imaginar, algunos pensadores han tomado los resultados para proporcionar evidencia a favor del determinismo y hasta a favor del materialismo. Dicha interferencia es exagerada. En un segunda vuelta del experimento, Libet descubrió que aun después de la señal que el cerebro disparó y de que las personas estaban conscientes de su decisión de presionar el botón, las personas todavía retenían la habilidad de vetar la decisión y de refrenarse de presionar el botón. Por lo tanto, como observas en tu punto (b), algunos interpretes toman la señal del cerebro para indicar un “potencial de disposición” que inicia el movimiento que el individuo podría aprobar o cancelar. [1] Libet mismo consideró los resultados de su experimento compatible con la existencia del libre albedrío. Es interesante que Rosenberg, a pesar de que él mismo es un materialista y determinista, está de acuerdo de que los experimentos no prueban que no hay libre albedrío sino que recurre a ellos meramente para mostrar que no podemos confiar en la introspección para que nos diga de si o no tenemos libre albedrío. [2]

Sin embargo, el punto más fundamental me parece ser tu punto (a), el cual sirve para responder tu segunda pregunta. Mientras contemplaba los resultados de Libet, forzosamente me llamó a la intención que esto es exactamente lo que el dualista-interaccionista esperaría. El alma (o la mente) no actúa de manera independiente del cerebro. Más bien como dijo Sir John Eccles, el neurólogo ganador del Premio Nobel, la mente utiliza el cerebro como un instrumento para pensar. De modo que por supuesto, las decisiones del alma no son simultaneas al conocimiento consciente de ellas. ¿Cómo podría ser esto? Dada la dependencia que tiene el alma del cerebro como un instrumento de pensamiento y la velocidad finita de la trasmisión de las señales neuronales, por supuesto que hay un lapso de tiempo entre las decisiones de la mente y el conocimiento de las mismas. En el experimento de Libet, como los procesos neuronales viajan a velocidades finitas, por supuesto que se toma tiempo para que la decisión de la mente llegue a la consciencia. Eso es exactamente lo deberíamos esperar en una visión dualista-interaccionista.

El filósofo alemán Uwe Meixner, un dualista-interaccionista, hace precisamente en este punto acerca de los experimentos de Libet. Él escribe:

Para tomar una decisión informada, el yo tiene que estar consciente de los hechos relevantes a la decisión antes de tomar la decisión, pero. . . el yo ciertamente no necesita estar consciente de hacer la decisión en el mismo momento en que la hace. . . . la conciencia de un estado de cosas P siendo (presentemente) el caso es siempre algo más tarde que el hecho real de P siendo el caso. No ha de sorprender que la conciencia de tomar una decisión no es una excepción a esta regla general, lo cual se debe a la dependencia de la conciencia en neurofisiología. [3]

Inclusive los naturalistas entienden el punto, aunque a veces lo expresan mal. Por ejemplo, el filósofo de la biología Massimo Pigliucci dice:

Los experimentos de Libet. . . demuestran. . . que tomamos decisiones inconscientes. . . antes de darnos cuenta de que las hemos tomado. Dudo que alguien que haya agarrado un objeto que se esté cayendo antes de darse cuenta de lo que estaba haciendo estaría sorprendido, y dudo que nadie tomaría en serio ese tipo de experiencia como evidencia de que. . . la conciencia no entra en. . . la toma de decisiones deliberativa (por cierto, tampoco el mismo Libet).[4]

Del mismo modo, Rosenberg reflexiona, “Tal vez la verdadera decisión de actuar que ocurre inconscientemente, realmente es una elección libre”[5]

Estas declaraciones, mientras admiten el punto del dual-interaccionista, seriamente lo expresan mal. La decisión de la persona es muy enfáticamente “no inconsciente”, es una decisión consciente, pero debido a la velocidad finita de las señales neuronales se toma tiempo para que la persona llegue a estar consciente de ella. Al igual que nunca vemos los acontecimientos actuales debido a la velocidad finita de la luz, sino sólo los eventos un poco pasado, así también no tenemos conciencia de nuestras decisiones simultáneamente a nuestra toma de ellas, sino sin darnos cuenta lo hacemos después. Si el alma tiene la capacidad de decidir sin ser determinada causalmente, entonces, como dice Meixner, para tomar decisiones libres, responsables, el alma sólo tiene que estar consciente de los hechos relevantes a la decisión antes de tomar la decisión. Así que para responder a tu tercera pregunta, Raj: no hay razón para recurrir a las visiones compatibilista del libre albedrío, las que perversamente toman la libertad para ser compatible con el determinismo causal.

Por último, quiero decir unas palabras acerca de la defensa de Rosenberg del naturalismo, dadas las conclusiones aparentemente absurdas al que le lleva, como por ejemplo, la que nosotros nunca pensamos en algo o que no soporto a través de dos momentos del tiempo, o que ni siquiera existo. Rosenberg intenta salvar su visión de lo absurdo afirmando que la introspección no es fiable, y de esa manera todas estas cosas son sólo ilusiones. El título de su capítulo es "Nunca Dejes que tu Consciente Sea Tu Guía." Él recurre a los experimentos de Libet y los experimentos demuestran el llamado “punto ciego” en un desesperado intento de invalidar todo el conocimiento adquirido a través de la introspección. Así que los experimentos de Libet juegan un papel de bisagra en su defensa del naturalismo.

El problema con el ataque de Rosenberg a la introspección es que la introspección no tiene el objetivo de ser una guía para los estados del cerebro, sino para los estados mentales. Nos dice cómo las cosas le parecen a alguien. Así que en los experimentos “punto ciego” (blindsight) la persona reporta correctamente, por ejemplo, que nada le parece de color amarillo. En los experimentos de Libet, la persona reporta correctamente cuando él tiene un conocimiento de decidir mover el dedo. De hecho, irónicamente, en realidad estos mismos experimentos presuponen la fiabilidad de la introspección, ya ¿cómo sabes que la persona a quien es vendada no tiene experiencia visual del color amarillo? ¡Porque él te lo dice! ¿Cómo sabes que la persona quiso conscientemente presionar el botón en lugar de pensar acerca de sus vacaciones de verano? ¡Porque él te lo dice! Estos mismos experimentos realmente presuponen la veracidad de los reporte introspectivos de uno.

Por lo tanto, la crítica de la introspección de Rosenberg es bastante falaz y como resultado, todas las consecuencias absurdas de su naturalismo se vienen derrumbando sobre él.

  • [1]

    Angus Menuge, por ejemplo, escribe,

    “Si estudiamos los experimentos de Libet de una manera más cuidadosa, hubo una previa decisión consciente hecha por el sujeto instruido, luego un potencial de disposición, después un conocimiento de ese potencial de disposición, y luego un movimiento. Así que uno aún puede decir que una decisión consciente distal fue la causa del movimiento, inclusive si la causa proximal es el potencial de disposición” (Angus Menuge, “Does Neuroscience Undermine Retributive Justice?” in Free Will in Criminal Law and Procedure, ed. Friedrich Toepel, Proceedings of the 23rd and 24th IVR World Congress, Kraków 2007 and Beijing 2009 (Stuttgart: Franz Steiner Verlag 2010), preprint.).

  • [2]

    Alex Rosenberg, The Atheist’s Guide to Reality: Enjoying Life without Illusions (La Guía de Ateo a la Realidad: Disfrutando la Vida sin Ilusiones) (New York: W. W. Norton, 2011), p. 154.

  • [3]

    Uwe Meixner, “New Perspectives for a Dualistic Conception of Mental Causation,”(Nuevas Perspectivas para una Concepción Dualista de la Causalidad Menta) Journal of Consciousness Studies 15/1 (2008): 25.

  • [4]

    Massimo Pigliucci , “Is Science All You Need?” (¿Es la Ciencia Todo lo que Necesitas?) (June 7, 2012) http://philpapers.org/rec/PIGISA

  • [5]

    Rosenberg, Atheist’s Guide to Reality (La Guía de Ateo a la Realidad), p. 153.

- William Lane Craig