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#818 ¿Los campos cuánticos son la base metafísicamente necesaria del ser?

February 27, 2024
P

Dr. Craig,

Espero que se encuentre bien. Había enviado una pregunta anteriormente, pero se me ocurrió que podía abordar el mismo tema de manera más concisa, así que aquí estoy.

En otro lugar usted ha sostenido que alguna parte del universo no podría ser un ser necesario (SN). Usted ha dicho que «el candidato más plausible para un ser material, metafísicamente necesario, sería la materia/energía misma» (P235), pero no estoy seguro de que sea cierto.

Normalmente, cuando hablamos de un SN queremos (1) un ser estrechamente unificado sin (2) hechos arbitrarios y (3) sin razones sólidas por las que no podría ser necesario. La teología del ser perfecto proporciona estos para Dios.

Aquí está mi pregunta: ¿por qué un campo cuántico o un estado cuántico sin universo no podría ser el SN, dando lugar a otros campos y pares partícula-antipartícula y tal vez universos enteros? Es simple, estrechamente unificado y tiene muy pocos hechos arbitrarios.

Por supuesto, podría decir: «podría haber varios tipos de campos». Stephen Barr señala este punto en sus libros:

«Uno se podría imaginar un sistema cuántico diferente donde los “universos” en cuestión no tuvieran tres sino, digamos, siete dimensiones, y no tuvieran los tipos familiares de materia, como los electrones, sino tipos diferentes. Un sistema así tendría diferentes estados posibles. […] Ahora bien, claramente, si uno puede hablar de diferentes tipos de estados sin universo (como acabo de demostrar que es posible), claramente no estamos hablando de nada».

La contundencia de su afirmación se basa en la afirmación de que, de hecho, existen estados cuánticos separados sin universo (es decir, este es un hecho arbitrario sobre un campo cuántico/estado-vacío).

¿Pero es eso cierto? ¿Podría un estado sin universo dar lugar a un universo con n dimensiones y k dimensiones (n~=k)? Eso parece una afirmación sin fundamento porque implicaría la afirmación de que todos los universos que surgen de esa condición de vacío sin universo DEBEN tener n dimensiones. También implicaría que tal estado sin universo tendría existencia contingente (es decir, no podría ser la única posibilidad lógicamente coherente).

No veo que usted haya escrito mucho sobre campos; gran parte de su trabajo se centra en partículas, tiempo y materia/energía que, aunque relacionados, son distintos.

Gracias.

P.

Estados Unidos

Respuesta de Dr. Craig


R

Tienes toda la razón al decir que en mis publicaciones anteriores he considerado que las llamadas partículas fundamentales, como los quarks y los electrones, son verdaderamente fundamentales y, por lo tanto, posibles candidatos para el cargo del ser metafísicamente necesario que busca el argumento de Leibniz sobre la contingencia. He argumentado que estas partículas parecen existir de manera contingente y, por lo tanto, no son candidatos verosímiles para la razón suficiente metafísicamente necesaria del mundo.

Pero estas partículas pueden verse como excitaciones de una realidad aún más fundamental: los campos de la mecánica cuántica. Así que en mi próxima teología filosófica sistemática, considero si el ateo no podría afirmar de manera plausible que estos campos cuánticos son la base necesaria del ser en lugar de Dios.

En este punto me inclino a estar de acuerdo con tu cita de Stephen Barr de que tales campos cuánticos también son contingentes. El último punto de Barr parece ser que tales campos no son nada, como han afirmado personas como Lawrence Krauss, y por lo tanto no logran explicar el origen del universo a partir de la nada en algún momento del pasado. Pero para los propósitos de nuestra discusión, la cita de Barr también señala un punto diferente e importante, es decir, que estos estados cuánticos son contingentes. Creo, sin embargo, que es muy engañoso referirse a tales estados como “estados cuánticos sin universo”. Más bien, estos estados simplemente son el universo en su nivel de descripción más fundamental.

Como sugiere Barr, existen numerosos estados de este tipo, como seis campos para los quarks, tres para el electrón y sus hermanos, tres para los neutrinos, etc.; en los diecisiete campos diferentes según el modelo estándar de la física de partículas. El cosmólogo Luke Barnes resume la situación:

No existe ninguna teoría conocida en física que dicte:

  • El número total de campos.
  • La combinación de diferentes tipos de campo libre (escalar, complejo, vectorial, espinor, etc.).
  • La forma matemática de las interacciones entre los campos.
  • Las constantes que describen las propiedades libres de los campos.
  • Las constantes que describen las propiedades de interacción de los campos. [1]

Creo que puedes ver que tales campos no exhiben la unidad, la simplicidad y la necesidad deseadas que mencionas. La idea de que estos diferentes campos, sus interacciones y sus constantes puedan ser metafísicamente necesarios no parece más verosímil que la afirmación de que el universo es metafísicamente necesario.

Lo más decisivo es que incluso si todas las características enumeradas anteriormente fueran metafísicamente necesarias, todavía podríamos preguntarnos por qué se sostiene esta teoría. Por ejemplo, la teoría de cuerdas es una alternativa a la teoría cuántica de campos. Sin embargo, nadie pensaría que la teoría de cuerdas es metafísicamente imposible; es necesario evaluarla científicamente. Incluso si se dice que las leyes de la naturaleza son metafísicamente necesarias, que ésta es la única manera en que los campos cuánticos podrían haberse comportado, sin embargo las leyes de la naturaleza podrían haber sido diferentes porque podrían haber existido sustancias diferentes a las que existen, dotadas de diferentes disposiciones y diferentes propiedades, de modo que tendrías un conjunto completamente diferente de leyes de la naturaleza. Creo que sería completamente inverosímil decir que tal universo sería nuestro mismo universo. Sería como decir que un panel de vidrio podría conservar su identidad si hubiera sido de acero. Esto parece obviamente absurdo. No sería la misma ventana si fuera de acero en lugar de cristal. Así que creo que tenemos buenas razones para pensar que, en virtud de su composición, el universo no existe necesariamente metafísicamente. Probablemente por eso muy pocos ateos contemporáneos, si es que hay alguno, toman esta ruta para tratar de escapar del argumento de la contingencia.

Tengo la sospecha de que cuando se trata del surgimiento del universo de sus estados cuánticos subyacentes, estás pensando en que esto sucede cronológicamente. Pero eso no es correcto. No pienses que las propiedades emergentes del universo están dispuestas «horizontalmente» en una secuencia temporal de estados al mismo nivel; más bien piensa en ellos ordenados «verticalmente» como una jerarquía de niveles de estados. Así como el agua tiene ciertas propiedades emergentes, como la humedad, que sus constituyentes atómicos, hidrógeno y oxígeno, no tienen, el universo tiene ciertas propiedades emergentes que sus estados cuánticos subyacentes no tienen. El hecho de que estos campos cuánticos no pretenden ser cronológicamente anteriores al universo es evidente por el hecho de que el argumento de la contingencia contempla un universo eternamente existente, uno que nunca comenzó a existir. La respuesta atea que estamos considerando dice que, aunque el universo emergente que observamos es contingente, sus estados cuánticos subyacentes son metafísicamente necesarios.

Por supuesto, si el universo realmente comenzó a existir, entonces tenemos una segunda razón para pensar que el universo no existe por una necesidad de su propia naturaleza, es decir, el hecho de que llegó a existir. Si algo existe necesariamente, entonces debe existir eternamente porque si comienza a existir eso demuestra que su no existencia es posible. Llegó a existir. Entonces, una propiedad esencial de un ser necesariamente existente será su eternidad: ser sin principio ni fin. Ahora tenemos pruebas bastante sólidas de que el universo no tiene un pasado eterno sino que tuvo un comienzo, lo que mostraría su contingencia.

Esto nos lleva al argumento cosmológico kalam, que se basa en el comienzo del universo. Quiero mantener los argumentos teístas tan independientes unos de otros como sea posible porque entonces se acumulan las probabilidades de estos argumentos independientes a favor de la existencia de Dios. Sin embargo, esto muestra cómo los argumentos encajan entre sí y se refuerzan mutuamente. Si el universo tiene un comienzo, eso revela la contingencia del universo. No sólo eso, sino que revela que el universo es contingente de una manera muy especial, es decir, surgió de la nada. Que el universo exista de manera contingente y tenga un comienzo parece doblemente absurdo porque surge de la nada sin explicación alguna. El argumento cosmológico kalam refuerza poderosamente el argumento de la contingencia al subrayar la contingencia del universo de una manera muy especial. Si el universo tuvo un comienzo, eso hace que su contingencia sea aún más obvia.

 

[1] Luke Barnes a William Lane Craig, 19 de Agosto de 2022.

- William Lane Craig