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#52 Prioridades y Productividad

August 22, 2012
P

Dr. Craig,

Su productividad deja dicho que usted tiene la energía de cinco hombres. ¿Hay algunos consejos que usted le pueda dar a un joven filósofo cristiano que está tratando de ser tan productivo como usted? ¿Cómo es que usted estudia y escribe de manera tan productiva, así como también tiene el tiempo para cuidar a su esposa? ¿De donde saca el tiempo?

Anon

United States

Respuesta de Dr. Craig


R

Con la pregunta de la Semana # 52 llegamos al primer aniversario de haber lanzado el sitio web de Reasonable Faith (Fe Racional). ¡Qué experiencia tan maravillosa ha sido esto! La variedad maravillosa de las características en el sitio y la frescura del material que se presenta aquí cada semana ha ayudado a hacer de esta página un sueño hecho realidad para mí. Nos sentimos tan animados por el número que constantemente aumenta cada mes de visitantes extraordinarios que proceden de todas partes del globo, así como también los correos electrónicos y las cartas que expresan como un podcast, un artículo, un debate o un libro ha sido de ayuda para alguien.

Cuando estaba reflexionando sobre nuestro primer aniversario, pensé que era apropiado de esta semana tomar un paso atrás y tomar una pregunta de índole más personal. Me siento alagado por la pregunta, pero sí creo que ella plantea unos asuntos serios.

La pregunta nos recuerda que como pensadores cristianos que somos, debemos vivir una vida que balancea nuestro ministerio con nuestros compromisos personales (sin mencionar nuestra vida espiritual). Si nos arrojamos completamente sobre nuestro trabajo al punto que descuidamos nuestras familias, entonces podríamos terminar siendo muy productivos, pero divorciados (miserables) trayéndole vergüenza al nombre de Cristo e hiriendo las personas que Dios nos ha dado para amar y proteger. De modo que la pregunta tiene que ver con ambas cosas: las prioridades y la productividad. Hay tantas cosas que decir aquí, pero permítame darle algunas sugerencias prácticas que han sido de ayuda para mí.

1. Establezca Prioridades. Con todas las cosas que hay que hacer, debemos comenzar teniendo un sentido claro de nuestras prioridades. Ellas van a determinar de como distribuimos nuestro tiempo y nuestra energía. La prioridad principal será nuestro caminar personal con Dios. Eso va a incluir el tiempo que pasamos a solas con Él y también el tiempo que pasamos en la adoración y el servicio corporal en una iglesia local. Mi esposa Jan y yo observamos el principio del “sábado,” que es el separar un día cada semana para adorar y descansar, y por lo tanto yo no estudio los domingos. Mi segunda prioridad es Jan y nuestros hijos. Al principio cuando Jan y yo nos embarcamos en el estudio de postgrado en el seminario, le dije que si el afán alguna vez se hacía demasiado o que si ella se sentía desatendida, sólo tenía que decir la palabra y yo dejaría la escuela. Ella sabía que yo le decía en serio y eso le daba la fortaleza para sobrellevar el estrés de mis estudios de postgrado. También le hice la promesa de que no iba a estudiar en las noches o los fines de semanas. Ese tiempo sería para ella. Mantener ese compromiso con ella (el cual aún mantengo) me motivó a levantarme temprano en la mañana y a tener un horario diario muy disciplinado, como se puede imaginar. Dios ha honrado ese compromiso. Tengo una esposa que iría hasta el fin del mundo por mí (¡y lo ha hecho!). Un erudito que esté felizmente casado naturalmente será más productivo que uno que esté miserable y deprimido. Como dice la Biblia, “El que ama a su mujer, a sí mismo se ama” (Efesios 5.28). ¡Nunca se han dicho palabras más verdaderas que esas!

2. Tenga Determinación. Después que haya adquirido un entendimiento claro de sus prioridades, es de suma importancia que cultive el carácter personal de determinación. Con eso quiero decir la habilidad de discernir la diferencia entre lo bueno y lo mejor y no dejar que lo bueno se convierta en enemigo de lo mejor. Existen tantas distracciones en la vida y muchas de ellas son cosas genuinamente buenas. Pero si nuestro deseo es de ser tan productivo como el potencial que tenemos de serlo, entonces debemos aprender a evadir lo bueno por amor a la meta en la que estamos enfocados. En el seminario, por ejemplo, no asistía al servicio diario en la capilla ni pasaba mucho tiempo con mis amigos porque sabía que tenía que terminar todos mis trabajos antes de irme a la casa en la noche. Al saber donde estaban mis prioridades, estaba preparado para hacer los sacrificios necesarios. Con frecuencia en mi investigación, me encontraba con algún artículo filosófico muy interesante que no estaba relacionado con el proyecto de investigación que estaba trabajando. En lugar de distraerme con ese artículo, simplemente hacía un apunte sobre los datos bibliográficos para que pudiera volver a él en el futuro.

3. Administre bien el Tiempo. Hace mucho tiempo que me di cuenta que el tiempo es más valioso que el dinero, ya que usted siempre puede recuperar el dinero, pero el tiempo después que se va se pierde para siempre. Por eso necesitamos invertir nuestro tiempo al máximo. Esto significa que tenemos que saber como administrar su tiempo. Con el pasar de los años, he aprendido a vivir una vida muy disciplinada. Todos los días me levanto a las 5:30 de la mañana para pasar una hora en devoción personal y luego bajo a hacer ejercicios por una hora. Después de ducharme, desayuno con Jan y le hablo acerca del día. Luego estudio hasta alrededor de la 1:00 de la tarde cuando ella tiene el almuerzo preparado para mí (sí, ella es una cocinera y ama de casa maravillosa). Después conduzco un estudio o una lectura más ligera hasta alrededor de las 5:00. Por último, cuando mi cerebro está muy cansado para pensar, hago todo lo que tiene que ver con correo electrónico entre las 5:00 y 6:00 de la tarde. Luego Jan y yo disfrutamos juntos de la cena y del resto de la noche. Ella me ayuda a lograr esta rutina y me encuentro que es algo muy práctico. Por supuesto, cuando estoy de viaje, las cosas se hacen inestables. Pero aún trato de ejercitar cuando estoy de viaje y traigo conmigo una lectura ligera.

4. Trabaje como si fuera para el Señor. Cuando entré al seminario, nuestro decano Kenneth Kantzer nos ordenó “Vean sus estudios como un servicio para Cristo.” ¡Qué perspectiva tan diferente le da a uno cuando uno estudia! Nadie le quiere ofrecer al Señor un servicio desanimado o defectuoso. Usted quisiera darle sólo lo mejor. Mientras estaba en el seminario, Jan me trajo una pequeña placa de cartulina la cual pegué en la lámpara de mi escritorio para que la pudiera ver cada vez que me sentara a estudiar. En la placa se encontraban escritas las palabras de Colosenses 3.23: “Hagan lo que hagan, trabajen de buena gana, como para el Señor y no como para nadie en este mundo.” Eso me inspira en todo lo que hago. Eso le va a dar la motivación y el celo para hacer su trabajo bien aún cuando las cosas se ponen difíciles.

5. Utilice el método Tortuga. ¿Se acuerda del relato de la tortuga y la liebre? La liebre era un esprínter (rápida) que comenzaba la carrera rápidamente, mientras que la tortuga era una de pasos pesados. Con el pasar del tiempo, la liebre se cansó y se acostó a descansar. En lo que la liebre despertó, la tortuga dando pasos estables ya estaba cruzando la meta antes que ella. Me ha sorprendido de cómo el trabajo lento, estable e incremental se acumula hasta que usted mira atrás y se sorprende de todo lo que ha logrado. Mi padre ejemplificó esa virtud. Cuando era un chico, él ordenaba vagonadas de tierra o piedras de rellenar para ser descargada en nuestro patio y luego los fines de semanas después del trabajo, él salía y con una pala y una carretilla comenzaba solito a mover la montaña de material que había en el patio. Parecía como un trabajo sin esperanza. Pero después de varios meses, había él ya había movido toda la tierra o había construido un muro de piedra. Simplemente me sorprendía de ver como la perseverancia estable era la manera de lograr las cosas. Jan y yo llamamos esta manera de trabajar “el método tortuga.” Unos años atrás, ella me compró una tortuga de metal que ahora adorna la mesilla de noche para recordarme de esa verdad.

6. Desarrolle un buen hábito de estudio. Usted debería desarrollar varios hábitos de estudios para hacerse más productivo. Cuando usted estudie, escoja un lugar tranquilo que no tenga ninguna distracción visual y siéntese en una silla recta en un escritorio o en una mesa con una superficie bien alumbrada. Disciplínese a leer por intervalos largos para que no se esté siempre levantando a buscar una tasa de café o hablar con alguien. En lo que se refiere a escribir, no sea un perfeccionista. Sólo póngalo en papel y usted lo puede revisar luego. El perfeccionismo lleva a parálisis. Aquí le doy dos sugerencias muy importantes: (i) Tome apunte de lo que usted lea. Si usted no toma apunte de lo que lee, se le olvidará casi todo lo que leyó cuando ponga el libro de regreso en el librero. Tomar apuntes no solo le ayudará a retener lo que lee sino que también le da un registro de lo que ha leído. Mantengo cuadernos en mi oficina con las etiquetas: Filosofía, Filosofía de la Religión, Filosofía de la Ciencia, Teología Sistemática, Estudios del Nuevo Testamente, etc., donde guardo mis apuntes de todo lo que leo. (Supongo que usted también podría hacer esto en una computadora, pero comencé antes de que existieran las computadoras personales y hay grandes ventajas que tienen las copias duras en lo que se refiere a la accesibilidad y a la comparación de los apuntes). (ii) Hágase un curso de lectura rápida. El tomar apuntes le va retrasar. Pero la habilidad de leer rápido le puede ayudar a compensar por eso en algún grado. Solía pensar que la lectura rápida era solamente leer por encima y me parecía no tener ningún valor. Pero descubrí que el leer rápido no es leer por encima: usted lee todas las palabras, pero simplemente las lee más rápido. Descubrí que todos tenemos malos hábitos cuando leemos (como sub-vocalizar) que nos hace disminuir la velocidad pero con la lectura rápida podemos deshacernos de ellos. Así que le insto a tomar una clase calificada de lectura rápida.

7. Duplique su trabajo. Cuando usted comience a escribir, saque lo más que pueda de la misma pieza de investigación. Por ejemplo, si usted sigue mi trabajo, sabrá que yo típicamente escribo un artículo académico, como God, Time and Eternity (Dios, el Tiempo y la Eternidad), publicado por una publicadora académica. Luego re-escribo el mismo material en la forma de un libro popular, como Time and Eternity (El Tiempo y la Eternidad) para las personas laicas. Además, antes que los libros salgan, yo publico algunos de los capítulos en forma de artículos en revistas profesionales. Así que del mismo cuerpo de investigación sale una variedad de publicaciones.

Bueno, como puede ver, estoy lleno de consejos. Espero que algunos de ellos le sea útil para usted. Sé que de verdad ha funcionado para mí.

¡Gracias a todos ustedes que han ayudado a hacer nuestro primer año de Reasonable Faith (Fe Racional) un éxito maravilloso!

- William Lane Craig